miércoles, 5 de diciembre de 2012

LOS 90 AÑOS DEL PARTIDO COMUNISTA DE CHILE. Visión de Juan Carlos Moraga, Pedro Godoy y Criss Salazar.

Juan Carlos Moraga, Pedro Godoy Perrin y Criss Salazar nos muestran a continuación -en sus respectivos artículos- como el Partido Comunista de Chile está empeñado en una vasta y compleja operación de marketing político que incluye una dimensión historiográfica consistente en reescribir su propia historia partidaria de tal modo que -al entroncar con la evolución de los partidos políticos chilenos- puedan validarse ante los democratacristianos, radicales, socialistas y pepedés como un socio aceptable para estos en una Nueva Concertación 2013.

El Partido Comunista de Chile está inmerso en una campaña de marketing político para validarse como nuevo integrante de una "Concertación Ampliada" que pudiera acceder al gobierno de Chile a continuación del actualmente presidido por Piñera.
En su auto-complacencia, para ese marketing, consideraron conveniente el revestirse de un ropaje centenario y el auto-atribuirse un caracter inmaculado.

En el primer artículo, esa operación de lavado de imagen es develada por el otrora dirigente socialista chileno, Juan Carlos Moraga D. Luego los artículos de Godoy y Salazar.



Partido Comunista: ¿Una hoja impecable?
Juan C. Moraga D

Guillermo Teillier, presidente comunista ha dicho: “Nosotros, como PC, en nuestros cien años tenemos una hoja impecable”. Lo primero es corregir una fecha histórica. El PC no tiene 100 años, sino  noventa, pues a consecuencia de la revolución Rusa de 1917 y después de un viaje de Luis Emilio Recabarren a la naciente Unión Soviética, adhiere a la III internacional comunista y a su regreso, junto con publicar el ensayo “La Rusia obrera y campesina”, participa en la fundación del PC de Chile lo que ocurre en Rancagua el 2 de Enero de 1922. Al cumplir 50 años y siendo parte del gobierno de la UP, en 1972 hizo una gran celebración en el estadio nacional de Santiago, de lo cual la prensa de la época informó profusamente. Recabarren, al no compartir la injerencia de los agentes de Stalin en el PC, se aleja del partido y 3 años más tarde se suicida. El PC acusó a Recabarren de traidor y homosexual, las mismas acusaciones que lanza, 30 años después y para apoderarse de la CUT, al fundador del organismo,  Clotario Blest.

El que se funda en febrero de 1912, en Punta Arenas, es el Partido Obrero Socialista (POS) cuyo primer presidente, Ramón Sepúlveda Leal fue siempre descalificado  como troskista por los comunistas. A raíz de la caída del muro y el fracaso de los socialismos reales, el PC chileno “cambia” su fundación a 10 años antes y asume una fecha de nacimiento que no solamente no corresponde, sino que oculta que quienes fundan el POS, hace cien años y hasta el día de su muerte, como es el caso de Ramón Sepúlveda, padre del ex senador Adonis Sepúlveda, nunca estuvieron afilidos al PC, sino contrarios a este, por diferencias ideológicas y su dependencia de la URSS.

Sobre la hoja “impecable”, basta revisar la prensa para comprobar como el PC avalo atropellos a derechos humanos e invasiones militares en nombre del socialismo, a lo cual don Luis Corbalán para clarificar esta “lealtad”, al definir a sus militantes, los llamaba “sovietinchas”. Estos sovietinchas aplaudieron la intervención soviética a Hungría en 1953, el aplastamiento con tanques, el 20 de agosto de 1968, de la primavera de Praga, donde los “agentes del CIA y el imperialismo” eran, según el PC de Chile,  los propios dirigentes del PC checo. Los catorce millones de disidentes enviados a “campos de trabajos forzados y rehabilitación”, acusados de traición a la patria y al socialismo por pedir democracia y libertad de culto, es dramáticamente reconocido como “crímenes atroces” en el XX Congreso del PC soviético  en 1957, entregando una luz sobre los comunistas y una alerta en la izquierda democrática a nivel mundial. A pesar de ello, el PC chileno, más papista que el Papa, se demoró 2 años en reconocer esta verdad.

Pero como eran “sovietinchas”, en 1980 aplauden la invasión soviética en Afganistán, que, al igual como los norteamericanos en Viet Nam, dejan miles de muertos inocentes. Estas invasiones, el PC de Chile las aplaude en declaración oficial, pues se trata, como en Checoslovaquia, “de proteger al socialismo. En los países que gobernó el PC, con el aplauso publico de sus camaradas chilenos, existía y existe un solo partido político, no se permite prensa ni medios opositores, un sindicalismo independiente, la religión, como define Lenin, era el opio del pueblo y sus dirigentes una casta oligárquica (Nomenklatura) y burocrática que se aleja y reprime al pueblo para terminar derrumbándose como una consecuencia lógica que generan sus abusos y descomposición.

Si quienes, por oportunismo político y para lavar imagen reniegan de sus verdaderos padres y fecha de nacimiento; rinden culto a gobernantes que  encarcelan a países enteros tras muros ignominiosos; califican la religión, la disidencia, opción sexual y el espíritu libertario como un crimen; traicionan a sus propios compañeros después de empujarlos a la lucha armada; aplauden invasiones que aplastan a los que piden libertad, causando miles de muertos; se ha celebrado en su diario el pacto entre Hitler y Stalin, además de condenar como un intento golpista de la CIA el asalto al cuartel Moncada en 1953 que encabeza Fidel Castro y en Chile, después del bombardeo a La Moneda en 1973, en lugar de combatir, esperan en un sótano a ver si los militares cierran o no el parlamento para “reacomodar” sus piezas, no tienen autoridad para criticar a nadie y mucho menos, después de ser cómplice y tapadera de crímenes atroces,  decir que “el PC tiene una hoja impecable”, pues, para su desgracia, la historia y el registro de prensa desnuda y desmiente cada uno de sus dichos y actividades.

FIN DE ARTÍCULO DE JUAN CARLOS MORAGA. 



Pedro Godoy Perrin recuerda en el segundo artículo como el fundador en Chile del Partido Comunista es objeto de una purga al año de haberlo fundado y como resultado del rápido copamiento de este partido por parte de comunistas (estalinistas) que se convirtieron en peones de la temprana sovietización de este partido.
El ensañamiento del PC en contra de su fundador prosigue hasta hoy día intentando reescribir su propio pasado, ninguneando la misma fecha de su fundación (1922), haciéndola retrotraer a un episodio diez años anterior, a una escisión del Partido Demócrata (1912) que tomó el nombre de Partido Obrero Socialista.
Esta operación de alteración de la memoria comunista (entroncar al PC con el viejo Partido Demócrata) aparece en consonancia con la orientación adoptada por la actual camarilla  dirigente del PC en orden a integrarse en una Nueva Concertación junto a democratacristianos, socialistas, radicales y pepedés.
O sea, reescriben su pasado para dibujar el futuro que les conviene.
En el tercer artículo, Pedro Godoy Perrin recalca la dependencia del PC de Chile respecto del imperialismo soviético en sus 90 años de existencia partidaria: la eliminación comunista de Luis Emilio Recabarren permitió que mientras existió la Unión Soviética, el PC fuera el Partido de sus Corderos en Chile.
PETRAS.-

 Un aporte chileno con motivo de pseudo Centenario del PC:
RECABARREN: LUZ Y ENIGMA.


Por Pedro Godoy <profe@cedech.cl>

 11 de diciembre de 2012


No es sólo un modesto tipógrafo. Es eso, pero mucho más. Pertenece a la constelación de contestatarios del Centenario. Aquella  legión pluriclasista de talentos jóvenes que se atreven -en medio de fanfarrias de cuartel, banquetes oligárquicos y ramadas con cuequeo y borrachera a manifestar que el balance de 1810 a 1910 es negativo. En lo sustantivo enjuician la penetración imperialista, la abismante desigualdad social, el eurocentrismo y el subdesarrollo. Se marginan de los festejos y asumen un postura critica. Equivalentes a estos "aguafiestas" hay en toda nuestra América, pero el desmembramiento de la Patria Común es -hasta hoy- tan hondo que sólo a título de excepción se conectan.

Luis Emilio es uno de ellos. Lo acompañan "jaibones" disidentes de su casta: Guillermo Subercaseaux y Francisco Antonio Encina. Obvio,  mesócratas como  Alejandro Venegas, Nicolás Palacios,  Tancredo Pinochet Le Brun, Luis Galdames. . . Deriva al periodismo y es el fundador de innumerables diarios de naturaleza sindical. Viaja al Río de la Plata e interviene en los PPSS de Argentina y  Uruguay. Conocerá -por cierto a Juan B. Justo- y , aunque no promueve al estilo de Ugarte la unidad del "pueblo-continente, se empeña en educar a la clase proletaria en el pacifismo antichauvinista. Suya es la frase: "Si quiero que valoren a mi patria, debemos respetar a las patrias vecinas". Antes que Lenín denuncia en 1914 el carácter interimperialista de la I Guerra Mundial.

Recabarren impulsa en Iquique -corazón de la comarca salitrera- la refundación de la Federación Obrera de Chile FOCH que se extiende hasta Punta Arenas y funda el pionero diario "El Despertar de los Trabajadores". No sólo lo anotado, en 1912 instituye el Partido Obrero Socialista POS que es un desgajamiento del Partido Democráta. Asume como ideología las teorías de Marx . El derrumbe del Imperio de los Zares y la instauración de una república sindicalista y no de Partido Unico -porque "soviet" significa sindicato- lo entusiasma. Efectúa gira en 1921 a ese país. Al regresar dicta conferencias y publica el opúsculo "Rusia obrera y campesina" ilustrada con retratos de Lenín y de Trotski.

En 1918 Lenín  es objeto de un atentado. No se recupera de los disparos.  Comienza a languidecer.. Fallecerá el 21.01.1924 cuando ya sus facultades físicas e intelectivas están reducidas y recluido en un sanatorio.  El declinar del vigor del líder ruso y su deceso implicarán que Stalín y su entourage arrinconen a quienes pudieran disputarle la jefatura. El 22 de enero de 1922, en Rancagua,  Recabarren funda el PC. La mayoría de la asamblea suscribe las 21 condiciones que son requisito para incorporarse a la III Internacional. Se ignoraba, que a esa altura, ya se iniciaba el predominio de Stalin. Implica .-en otras consecuencias- que esa entidad mundial concebida como mancomunidad igualitaria de los PPCC se convierta en apéndice de la Moscú.

No se hace esperar el influjo del Kremlín. Primero se alude a la "bolchevización" de los recién constituidos PPCC. Eso se entenderá como el fin del  sistema de asambleas y la mposición de un sistema verticalista, monolítico y compartimentado. A poco -sabemos- la "bolchevización" se convierte en "rusificación". El viejo eurocentrismo va a poseer ahora una variante que abarca a otros sectores de la sociedad. La sovietolatría ciñe al PC a la diplomacia rusa. Los comunistas chilenos se "sovietizan". Los "militontos"  bautizan a sus retoños con nombres propios del país de las estepas mientras se alaba aquel mundo como un paraíso de los oprimidos. Los miembros de la cúpula se convierten en empleados externos de aquella megapotencia  derrumbada en 1990.

Aquella "bolchevización" cuyos rasgos  se  enumeraron -con los pretextos del centralismo "democrático" y a la disciplina interna- convierten al PC  en un cuartel  e iglesia con jefatura vitalicia y acatamiento absoluto a la "infalible" dirección y, de rebote, a Moscú. Los "bolchevizantes" que arriban del exterior liquidan a los "patriarcas", es decir, a los fundadores. En Perú cae en desgracia José Carlos Mariátegui y José Penelón en Argentina. Ello para citar dos casos emblemáticos. Se les juzgan un obstáculo porque. enraizados en sus países, no aceptarían someterse a instrucciones foráneas. La renovación de "cuadros"  les permite cosechar  docilidad segura y así entonces los aparachtik disponen de marionetas. La excepción -a otro nivel- es Tito tres decenios después.

Recabarren no es una excepción. Primero lo opacan, luego lo marginan y -sin negar otros factores- se suicida el 19 de diciembre de 1924 justo casi un año después del deceso de Lenín que es el 21 de enero. Se habla de asesinato. Los jefes del PC son los primeros en sostener la tesis de la autoeliminación. La documentación entera del doloroso hecho se deposita en la oficina del jurista Carlos Contreras Labarca. Es uno de los faraónes históricos del PC.  Sin duda en sospechosas manos quedan esos papeles. Enjugadas las lágrimas -quizás algunas "de cocodrilo"- se inicia al interior del comunismo local furiosa campaña contra el  "recabarrenismo" juzgado una lepra socialdemócrata. Ser "recabarrenista" o "recabarreniento" es un insulto parecido al "delito" de simpatizar con Trotski y, años después, con Luis Reinoso.

La honda chilenidad de Luis Emilio Recabarren impulsa a evocarlo. Es necesario privar de piso a la tienda de Tellier. Gutiérrez y Carmona que es la misma que usaran, en su beneficio, Corvalan. Teitelboim y  Gladys Marín. Están festejando -hasta con gratuidad del  Estadio Nacional- un centenario  "más falso que Judas" porque solo enteran 90. 90 que no son una hoja límpida como han dicho los stalinianos actuales. Quienes hemos estudiado su trayectoria damos fe que jamás han pensado con cabeza criolla, sino forastera y -quizás por lo mismo- el camino que transitan  es ajeno a la senda del intachable autor de "Ricos y pobres a un siglo de la Independencia" que merece el monumento que luce en el Parque Almagro. 


Prof. Pedro Godoy  P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECH



EL  PC ¿ANTIMPERIALISTA?


La penetración de EEUU no es ficción. Existe y le oponemos resistencia. El PC lo combate sea aquí y en todo sitio.. Sin embargo -y esto indigna porque es una intolerable "chuecura"-  estuvo, sin tapujos ni silencios, al servicio de otro imperialismo. Su condición de lacayo empuja a su jefe -Luis Corvalán- a identificar a los afiliados como "soviethinchas". Eso explica que  abominen de Tito y su Yugoeslavia soberana en 1948. También, por cierto, el apoyo que en 1956 brinda al Kremlín  cuando  masacra a Hungría. Aplauden el aniquilamiento de ese país que pretendía democratizarse y rescatar su autodeterminación. 12 años después los tanques rusos aplastan "el socialismo con rostro humano" que encabeza Dubcek. Gladys Marín lidera, entonces, una de las cuatro columnas de "militontos" y simpatizantes que marchan en Santiago coreando el estribillo "¡Checo, comprende, el ruso te defiende!".

Como no basta con lo anotado, anotemos pues otras manifestaciones de imperialismo que la tienda de Teillier, Carmona y Gutiérez apoyan:
En 1979 invaden tropas rusas que ocupan Afganistán. Al resistir -como ahora- la agresión, ciudades  y aldeas son demolidas por la artillería del Ejército Rojo. Finalmente son derrotados tras una guerra de guarrillas  igual que EEUU en Vietnam. Antes -durante la autocracia de Stalín- continuando con su colonialismo interior propio de los zares, este imperialismo defendido por el PC somete a la servidumbre a las colectividades no rusas del Asia central  cuya religión es el Islam. También pueblos enteros son deportados -ejemplo, los tártaros de Crimea, en donde se instala allí a colonos rusos. La rusificación supone gobiernos títeres e incluso suprimir el alfabeto arábigo para imponer el cirílico. Testimonio tardío de lo expresado es Chechenia. 

Aprovechandose, en 1941, del Pacto Molotov-Ribentrop -por cierto justificado por el PC- el Kremlín fagocita la mitad de Polonia, las repúblicas del Báltico e intenta -fallidamente- ocupar Finlandia. Pregunto ¿eso acaso no es imperialismo? En la Guerra Civil de España el PCE apoyado en la GPU -policía secreta de la URSS- intenta apoderarse del país, mientras extermina a quienes -aun siendo republicanos- se oponen a sus afanes de monopolizar el poder. Podríamos extendernos en enumerar episodios en que el Kremlín -aprovechando sus FFAA, servicios de inteligencia y a los "soviethinchas- trata de extender sus tentáculos (igual que EEUU). Esta es la raíz de la Guerra Fría, que también envuelve a Chile hasta hoy porque los mil días de Allende, la tragedia de 1973 y el desmoronamiento de Pinochet no son hechos insulares. Están ligados al pleito por la hegemonía del mundo de dos imperialismos.

Los "soviethinchas" y "compañeros de ruta" -conocidos como "tontos útiles"- aplauden las "proezas" imperialistas de la idolatrada Rusia -patria universal de los trabajadores- . Imposible olvidar apologías como "Visión humana y política de la URSS" de César Godoy Urrutia y  "Del Mapocho al Vístula" de Joaquín Gutiérrez.  Recuerdo haber acudido -oh, ingenuidad-  al diario "El Siglo" solicitando se publicara una opinión crítica. Tras su escritorio José Miguel Varas, director del rotativo, con su rostro de cemento, impávido, miraba sin ver y oía sin escuchar a quienes criticabamos al Kremlín. Sin leerla la juzgaba una herejía.. Ni que hablar de Neruda y sus alabanzas en verso a ese imperio eslavo o a Teitelboim  cuya pluma posee el estilo Gunga Din. 
Conclusión: es falso el antimperialismo del PC. 
Tan falso como atribuirse una centuria de historia cumpliendo sólo 90 años. 
90 al servicio de una potencia extrajera.


Prof. Pedro Godoy  P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh
profe@cedech.cl




Los DDHH son bandera predilecta de la tienda hoy de Teillier, ayer de Gladys Marín y anteayer de Lafertte.  Se quejaron de la Ley de Defensa de la Democracia y de Pisagua ahora a, varios decenios de 1973, continúan "pataleando" por la represión del general Pinochet que implica 2 mil ejecutados y desaparecidos. Constituye un compromiso moral protestar por el aniquilamiento de las libertades públicos y las persecuciones por motivos políticos ¿Acaso no lo sabré que soy exonerado de la Casa de Bello por rector-delegado de régimen militar, objeto de dos allanamientos  y mis hermanas destituidas de sus cargos? ¿Quién podría objetar, por ejemplo,  el llanto y la furia de una madre que, en aquella amarga refriega, pierde un hijo? ¿O una hija a su padre? Sin embargo, hay un requisito ineludible vulnerado por el PC, hábil instrumentalizador de aquella tragedia. es la exigencia de ser consecuente. es decir, no actuar como el mítico "Padre Gatica".

El PC es inconsecuente. No se ciñe al compromiso moral. Si los DDHH son atropellados en Cuba  defiende a rajatabla la represión del régimen de  Fidel-Raúl. Los carcelazos, supresión de las libertades ciudadanas y el millón de exiliados así como los procesos que terminaban en el paredón -opina- son estrategias para defender esa "democracia". Esto no es nuevo, en los años 30 aplauden el genocidio de la mitad del mismo PC de la URSS ordenado por el paranoico Stalín. Esa práctica asesina  continúa durante la aquella vitalicia dictadura y no cubre solo la Unión Soviética, sino también los países de Europa del este. De esto hay una amplia literatura que los "soviethinchas" chilensis repudian como "mentiras del capitalismo". Incluso soy testigo de como -en las reuniones de las JJCC efectuadas en las glorietas del Pedagógico-  la dupla  Corvalán-Marín insistía que el informe secreto del XX Congreso entregado por Nikita era otro infundio del diario "El Mercurio".

El terror staliniano se  institucionaliza en el patíbulo por simple sospecha incubada en la calumnia. Su complemento son los Gulag,    acrónimo en ruso de los "Centros Especiales de Trabajo". Se ubican en  Siberia y allí se aglutinan en masa a quienes se supone adversarios del omnipotente tirano que es objeto de  versos alabanciosos por Neruda y Nicolás Guillén y homenaje en prosa de Teitelboim. La modalidad de las purgas -denominadas también depuraciones- se exportan, por ejemplo, a la España envuelta en guerra civil (1936-1939). Allí la policía secreta despachada desde Moscú y sus sirvientes locales proceden a infiltrar las FFAA de la República y a asesinar a los republicanos que se oponen a la sovietizacion del bando que intenta contener a Franco. A León Troski - fundador del Ejército Rojo y adversario de Stalín- refugiado en el México de Cárdenas un agente de la GPU lo asesina. De aquel asedio que culmina en magnicidio  no es ajeno Pablo Neruda, entonces Cónsul de Chile.    

El estilo stalinista de manejo del Partido lo reproduce el  comunismo "criollo". Como no están monopolizando el poder no se registran asesinato ni deportaciones. No obstante, una patota de delatores rentados -aprovechando la compartimentación celular- anota disidencias y registra chismes.  Como la estructura es piramidal muy pronto se llama al orden a aquellos que discrepan de "la línea". es decir, de las instrucciones provenientes de la cúpula. Con  velocidad  se impone. en el mejor de los casos, la "marginación". Lo peor es la "expulsión" que equivale a la hoguera inquisitorial.. Quedaba entonces el militante excluído de ese mundo cuya mística redentora había convertido en su "familia". No caben apelaciones por el verticalismo y por el acatamiento del resto de los afiliados que, igual que en las purgas moscovitas, creen a pie juntilla lo proveniente del siempre invisible Tribunal del Santo Oficio que es la Comisión de Control y Cuadros. Este, al expulsarlo, lo convierte en leproso.

La negativa actual a cuestionar el totalitarismo de Norcorea y de Cuba salpica a la Vallejo y hasta a Bachelet- Ese doble standard equivale a las justificaciones de las traumáticas purgas que. como se señalara, supone la ejecución no de zaristas y burgueses, sino de comunistas soviéticos que Beria y Stalin suponen "enemigos del pueblo".  El reemplazo -se ignora si parcial o total- de los gulags por clínicas psiquiatricas para recluir a disidentes es una medida civilizadora que nace con quienes son los sucesores de "el genial padre de todos los pueblos". Este personaje y sus secuaces de la Tcheca a la KGB convierten, con su brutalismo, en "niños de pecho" a  Pinochet y Contreras. Las mismos fusilamientos de Imre Nagy y 80 colaboradores que -sacados a empellones de la Embajada de Yugostavia en Budapest donde se asilan-después de represión del alzamiento húngaro-  son ordenados no por Stalín, sino por Nikita Khruschev. Por todo lo dicho resulta una grosera inconsecuencia que los  "soviethinchas" aludan a los DDHH.    





ARTÍCULO DE CRISS SALAZAR:

Siguiendo con la temática de los 90 años de historia del Partido Comunista de Chile PCCh, que se hacen fungir como centenario (¡un centenario de 90 años!), presentamos a continuación un artículo de Criss Salazar en el que, entre otros aspectos, se resalta que el Partido Obrero Socialista POS, de Sepulveda y Recabarren, fundado en 1912, constituye la prehistoria tanto del Partido Comunista como del Partido Socialista, una prehistoria en la que se entremezclan -esas líneas que conducirán a formar al PC y al PS- con elementos anarquistas y sindicalistas con los que anteriormente habían estado dentro los marcos del Partido Demócrata. 
Otra cosa es que en ese hervidero los elementos comunistas tempranamente alineados con el bolchevismo de la URSS hayan copado en 10 años la estructura del POS y lo hayan disuelto para formar A CONTINUACIÓN en 1922 (o sea, hace 90 años) su propio partido, del que primeramente expurgaron a los elementos socialistas, sindicalistas y anarquistas y luego a los elementos mencheviques como su mismísimo fundador Luis Emilio Recabarren y a elementos trotzkistas como su otro co-fundador Ramón Sepulveda Leal. En 1924 muere Lenin y muere Recabarren. Sepulveda es marginado del partido en 1927. Y "recabarrenismo" pasó a ser la etiqueta con la que se estigmatizó a los que no comulgaban a pie juntillas con la línea sovietista y rusófila que había cooptado al PCCh.

Para Salazar, el milagroso CENTENARIO DE LOS NOVENTA AÑOS responde a una reingeniería de imagen del PCCh para sacarse algo de encima el peso (el lastre) de haber sido un muñequito de la Unión Soviética, y por ello es que redescubren al POS tratando de aropiarselo como parte de su centuria.-
PETRAS.

El artículo de Criss Salazar:




Los “100 años” del Partido Comunista: ¿El impostor se creyó su propia impostura?


Por Criss Salazar <argotikum@gmail.com> 
Portada del diario "El Siglo" del PCCh, pretendiendo enseñar la nueva matemática revolucionaria.
Portada del diario “El Siglo” del PCCh, pretendiendo enseñar la nueva matemática revolucionaria.
Durante mi período de acercamiento y simpatía al comunismo chileno, en los años ochenta, me tocó asistir a una pequeña ceremonia conmemorativa de estudiantes secundarios realizada un caluroso día de diciembre, en el marco del inicio de las celebraciones del aniversario 67° del entonces clandestino Partido Comunista de Chile (PCCh). Si mal no recuerdo, esto fue en la salita de una central campesina llamada “El Surco”, cercana a mi Liceo Manuel Barros Borgoño en el sempiterno Barrio Matadero. 
Es este recuerdo, precisamente, el que me inspira a pronunciarse sobre el PCCh a raíz de los sendos eslóganes que se han oído hasta no hace muchos días atrás, pudiendo sentirme inmune ya a los consabidos anatemas de “fascista” que caen sobre cualquiera que ose cometer semejante desacato a la corrección política.
Pues sí, leyeron bien el número y no hay errata de mi parte: eran los 67 años que decía el PCCh iba a cumplir para ese verano de 1989 que se aproximaba, algo imposible considerando que ahora, en diciembre del año 2012, se celebraron los “100 años de lucha”del mismo partido con un pomposo espectáculo en el Estadio Nacional… El mismo lugar donde, hace 40 años, celebró con festejos aún más grandes y masivos sus 50 años… Los números y los años no coinciden, como puede observarse, y no cuesta demasiado comprender por qué.
Como un ejercicio de desempolvar memorias personales y aprender también a vivir con ellas, intentaré explicar el meollo de este extraño asunto matemático, para no remitirme a la mera y simple demostración de que la fecha de fundación del PCCh es otra, cosa que no representa un gran desafío para nadie. Y como todo lo que escribo, esto lo redacto más para complacer mi grafomanía que para tratar de convencer o rectificar a alguien, pues ya tengo claro que los dogmas políticos que demandan obediencia, corren por un cableado telefónico bastante distinto al del resto de la realidad.
ANTES DEL PC: EL  PARTIDO OBRERO SOCIALISTA
Se debe ser categórico en aclarar de inmediato que el PC chileno fue fundado a inicios de 1922, lo que confirma que su edad cronológica es de 90 años y no 100, como pretenden asegurar ahora sus directores y sentarlo como hecho a través de la reiteración y la propaganda casi infantiles. Más aún, su primer libro de estatutos fue publicado por una conocida imprenta litográfica de los años veinte, declarando allí y desde sus orígenes -dicho sea de paso- la profunda inspiración que tenía el conglomerado en la tiranía bolchevique de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), luego de la Revolución de 1917.
¿Cómo pudo el PC sacar de la nada, entonces, 10 años adicionales para agregarle a su cuenta de cumpleaños? 
Pues fácil: superponiéndose como el impostor del Caso Martín Guerre sobre el anterior Partido Obrero Socialista (POS), grupo de izquierda fundado por Luis Emilio Recabarren y Ramón Sepúlveda Leal en junio de 1912, fundamentalmente con sectores sindicalistas y otros desprendidos del Partido Demócrata que ya marchaba tambaleante en aquellos años. Dirige sus operaciones especialmente hacia el Norte Grande, donde la actividad salitrera ha motivado grandes movimientos sindicales que es urgente tomar, fortalecer y encausar en una lucha común.
No faltarán los que digan que el punto de contacto que permitiría esta vinculación “legítima” entre la hoja de vida del POS y el PCCh es la presencia de Recabarren como fundador del mismo y que su línea original también sería comunista… Craso error: el alguna vez férreo opositor al Gobierno de Balmaceda y fanático defensor de la aristocrática Junta de Iquique, expresó en el diario “El Despertar de los Trabajadores” que éste era un partido fundamentalmente marxista-sindicalista y de aspiración socialista. Además, nunca, jamás estuvo afiliado a la Internacional Comunista, al contrario de lo que pretenden asegurar algunos mal informados en nuestros días.
Cabe recordar, también, que el primer Secretario General del POS fue el propio Sepúlveda Leal, quien nunca se llevó bien con el ala más extrema y pro-soviética del izquierdismo, que lo acusaba de “moderado”, de trotskista y hasta de no ser un convencido del poder político de los sindicatos, conflicto que marcó después su definitiva ruptura con esta línea de la izquierda chilena.
Avisos publicitarios llamado a celebrar los "50 años del Partido Comunista" en enero de 1972.
Avisos publicitarios llamado a celebrar los “50 años del Partido Comunista” en enero de 1972.
¿CUÁNDO SE FUNDÓ EL PC CHILENO?
En los primeros días de 1922, pasada la persecución con la llamada “Guerra de don Ladislao”, fracasadas las aspiraciones presidenciales de Recabarren y cundiendo el afán de imitar e importar la Revolución Rusa a Chile, se realiza el famoso Congreso de Enero en el que el POS decide autoinmolarse para transformarse así en el Partido Comunista y afiliarse a la Internacional, cambiándolo todo para tales efectos: estatutos, métodos, estructura interna y discursos. Agunos militantes salen ipso facto con la huella de “PLR” marcada en los pantalones. La adhesión a las famosas “21 condiciones” resumen toda esta operación, e influye en ello el encantamiento de Recabarren con el sistema soviético, al que irá a conocer personalmente para volver dando sendas charlas y exposiciones en favor del mismo.
Hasta entonces, como se ve, el POS había sido un partido sindicalista popular, mientras que el PCCh se define desde su origen como un partido revolucionario y de inspiración soviética. Su primer Secretario General también fue Sepúlveda Leal, pero en otra prueba de las diferencias que mantenía con el ala dura que daría el perfil definitivo al partido, el dirigente debió lidiar estoicamente contra el “fuego amigo” que no lo consideraba un auténtico comunista, sino un mero socialista menchevique y después un trotskista, debiendo abandonar el partido en 1927 para fundar -seis años más tarde- el Partido Socialista, que ideológicamente guardaba mucha más relación con el POS que con el PCCh.
La mutación del POS al PCCh involucró también mantener y completar el apoderamiento de los movimientos sindicales que (aunque los comunistas lo nieguen y lo renieguen) hasta entonces eran de inspiración más bien anarquista, especialmente influidos por la ideología acrática española. Anarquismo que -dicho sea de paso- ya estaba en pugna con la influencia de la doctrina de los demás movimientos de izquierda desde los tiempos de Balmaceda. Además de explicar por qué el movimiento obrero existía en Chile desde mucho antes de la fundación del POS y del posterior PC, esta situación de conflictos bases también justificó parte de la ruptura que tendría lugar entre los movimientos anarquistas y marxistas chilenos dentro de la agitación sindical en las décadas que siguieron, muy en especial durante la post Segunda Guerra.
Sin embargo, al imponerse el stalinismo en la URSS a la muerte de Lenin en 1924, la Internacional Comunista se fue por la pendiente resbaladiza de la sovietización doctrinal y “rusificadora” con todos los partidos afiliados a los tentáculos del Komintern, desatándose una cacería interna de “reformistas”, de “aperturistas” y especialmente de los odiados trotskistas, todos tomados por traidores peligrosos que urgía arrinconar y expulsar. Este cambio es aún más traumático que la transformación del POS al PCCh, que ahora obedecía con especial ceguera y sumisión estos dictados: incluso Recabarren cae víctima de este círculo inquisitivo, que se expande entre los comunistas de América y del mundo entero. Hasta se hablaba con asco de los “recabarrenistas” dentro del comunismo chileno, adjetivo que servía de acusación contra los “enemigos internos”.
Vilipendiado y desalojado por sus propios compañeros, Recabarren muere en un extraño y sospechoso suicidio en diciembre de 1924, cuando se aproximaba recién el tercer año de vida del PC de Chile. La religión de Josif Stalin se impone así en el PCCh, y con esta línea enfrentará los cuadros mundiales de lucha de poder en la Segunda Guerra y el inicio de la Guerra Fría, incluso más allá de la muerte del sangriento y despótico tirano, antes de liberarse definitivamente de su sombra ya más cerca de nuestros días.
Invitación de la Unidad Popular a festejar el Cincuentenario del PCCh en el Estadio Nacional, el 9 de enero de 1972 (publicado el día 7 anterior en "El Clarín").
Invitación de la Unidad Popular a festejar el Cincuentenario del PCCh en el Estadio Nacional, el 9 de enero de 1972 (publicado el día 7 anterior en “El Clarín”).
CUANDO EL PC CUMPLIÓ 50 AÑOS
Un hecho incontestable sobre la verdadera edad del PCCh y la conciencia que tenía este mismo partido de haber sido fundado en 1922 (y no antes), tiene lugar en pleno Gobierno de la Unidad de Popular, en los días del Presidente Salvador Allende: los festejos de los 50 años del Partido Comunista de Chile, realizados con sendos discursos de Luis Corvalán y Volodia Teiteilboim el día 2 de enero de 1972, en un escenario con un gran pendón a sus espaldas diciendo “50 AÑOS DE LUCHA POR EL SOCIALISMO”, seguidos de otro gran acto conmemorativo del día sábado 8 en el Estadio Nacional, tal como el celebrado recientemente pero con una matemática distinta a la del mundo de los hombres no iniciados en los ritos de la contabilidad revolucionaria.
Aunque existió abundante registro en prensa y televisión de aquellos multitudinarios festejos, en incluso mensajes oficiales del Gobierno de la UP para el PCCh por sus 50 años -todo poniéndose en enfrentamiento con los números ofrecidos hoy por la propaganda-, recomiendo echar una oteada a las publicaciones que hizo por entonces el muy oficialista diario “El Clarín”, que cubrió ampliamente las celebraciones y facilitó sus páginas para la publicidad del espectáculo ofrecido entonces en festejos de estas cinco décadas.
No deja de llamar la atención, particularmente, un mensaje con el que el Secretario General del PCCh, señor Corvalán, llamó públicamente a adherir a este gran aniversario de 50 años para el partido. Dice allí, en la publicidad del evento publicada entonces por la prensa proclive al gobierno:
“Celebremos los 50 años de lucha del Partido Comunista de Chile. Repudiemos el maridaje inmoral de momios y freistas. Defendamos el Gobierno Popular para que siga adelante con su programa en beneficio de Chile y de su pueblo.
Habla el Secretario General el Partido, Luis Corvalán”.
A  su vez, la representación de la Unidad Popular hizo publicar un mensaje de adhesión a las fiestas del PCCh que aparece en los siguientes términos, el 7 de enero de 1972 en “El Clarín”:
“La Unidad Popular invita a los militantes de sus partidos y movimientos al acto de masas con que los comunistas culminan la celebración de su Cincuentenario. Sábado 8. Est. Nacional. 16 hrs.”
Los matemáticas no numerológicas del mensaje de Corvalán y de la UP están en perfecta sintonía con la historia y línea del tiempo del PCCh, del cual el POS sólo puede ser un antecedente previo o vincular pero de ningún modo racionalmente directo a su propia existencia. Si la Democracia Cristiana chilena ha establecido, por ejemplo, una separación lógica y razonable de su historia entre su fundación en 1957 y la anterior Falange Nacional de 1935 a partir de la cual se gesta (y a pesar de que, en su caso, existe mucha más afinidad entre el falangismo y el posterior demo-cristianismo que entre el POS y el PCCh), celebrando por ello sus 50 años de vida recién el año 2007, el ejercicio que hace el PCCh es exactamente el inverso: apoderarse de la historia del anterior POS para sumarla cuantitativamente a la suya.
Discurso de Volodia Teilteilboim y concurrencia al aniversario 50 del PCCh, en los actos realizados el 2 de enero de 1972.
Discurso de Volodia Teiteilboim y concurrencia al aniversario 50 del PCCh, en los actos realizados el 2 de enero de 1972. “50 AÑOS DE LUCHA POR EL SOCIALISMO”, dice la gran pancarta atrás del podio.
SANSÓN CON CALVICIE
Como se ve, se enarbola una mera impostura, a partir de un período que coincide justo con el tiempo en que el PCCh retorna a la legalidad… Y al parecer, ya estamos en el punto en que los propios comunistas se creen y justifican semejante patraña del “cementerio” del PCCh.
La decisión el PCCh de apoderarse de la historia del POS y aferrarse al cambio de cuenta de años de vida del partido es, pues, algo relativamente reciente, gestado gradualmente desde que tiene lugar la caída el Muro de Berlín y se derrumbaba por su propio peso esa artificial maquinaria de la URSS, en 1991, obligando al comunismo a refugiarse sólo en la trinchera del discurso latinoamericanista… Desde el año 1989, además, hubo en el comunismo chileno un alejamiento masivo de simpatizantes más jóvenes (entre los que me conté), especialmente estudiantes de media vinculados de un modo u otro a organizaciones como la FESES.
El PCCh de los días en que retorna la democracia al país está, así, a la deriva: busca aferrarse a la tabla de los náufragos y echa mano a toda la neomitología política americana de Ugarte a Galeano como salvavidas, la misma que hasta poco antes había sido sólo un accesorio en el discurso de eje fundamentalmente bolchevista del partido, incluso cuando intentaba renegar del otrora venerado San Stalin. Curiosamente, es también el mismo discurso que alguna vez le reprocharon a Recabarren y a los “recabarrenistas” influidos por movimiento continentales como el iniciado por al argentino Juan Bautista Justo, desde los días del Centenario. Como dijo Luis Guastavino al tener que abandonar al PCCh (donde fuera perseguido por pedir más democracia dentro del partido, justamente), la caída de los regímenes bolcheviques fue para el comunismo “como cortarle el pelo a Sansón”.
Sólo entonces, en tan adverso escenario y tras esta debacle soviética, en el interés de zafarse del prolongado pasado sumiso ante el bolchevismo y de la ciega devoción que alguna vez se tuvo por la Rusia de Stalin, Beria o Kaganovich, los comunistas chilenos comenzaron a abandonar las señales explícitas de su inspiración en este desmoronado régimen soviético, pretendiendo asirse de la historia del POS para ofrecerla como datos germinales del partido y así sacarse de encima la sombra siniestra del bolchevismo por el que se juraron todo a partir del período 1922-1924. De ahí el “milagro” de los 10 años adicionales que aparecen en su vida, desde la nada, atropellando la propia cuenta de velitas de torta que llevaban hasta entonces.
En fin: en la política, la realidad corre por un sentido distinto que el de la verdad; lo sabemos. Sin embargo, no puede esperarse que todos podamos volar tan bajo como para tragar entero el cuesco de palta de los “100 años de lucha” metido en el sanguchito del cumpleaños, que en realidad no ha sido de “100 años” y que, como veremos quizás en algún futuro posteo, muchas veces fueron más “de lucha” interna que aquella por la búsqueda de los nobles objetivos de igualdad o justicia social de los que el PCCh se declaraba adalid.


COMENTARIOS RECIBIDOS:

- De SERGIO EL PENQUISTA (Presencia Nacional). 2012-12-14.
Nadie va a descubrir la pólvora diciendo que en el mundo, hasta 1989, había dos grandes imperios: 
El Yanqui y el Soviético, ambos ligados por el nexo judío, detrás de los cuales se alineaban los idealistas que defendían la "libertad", por un lado, y los que pedían "justicia social", por el otro.- 
Al final no se logró ni libertad ni justicia social, pero sí mucha gente se enriqueció manipulando astutamente los ideales y las pasiones.- 
Después de la caída del Muro de Berlín, los imperios se sacaron la careta y se fusionaron en uno sólo, dando paso a la Globalizaciónjudeocristianamarxcapitalista.-
El PC no es hoy sino una pandilla más dentro de la clase política; 

las ideologías hace rato se fueron al carajo.- 
En consecuencia, si se quiere combatir al PC, el único camino eficaz es la eliminación de la nociva clase política y del Estado que la cobija.-(slch-b)

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